Cuando preparo alimentos grasos, limpiar mi encimera negra granito puede ser un desafío, pero con algunos pasos simples, la dejo impecable. Primero, es importante actuar rápidamente. La grasa, si se deja reposar demasiado tiempo, puede adherirse y ser más difícil de eliminar. Normalmente le doy un tiempo máximo de 30 minutos antes de empezar a limpiar.
Uso un limpiador especial para granito porque otros productos pueden dañar la superficie. En mi experiencia, este tipo de limpiadores son más efectivos porque están formulados con pH neutro, lo que no daña la piedra. Me gusta usar una botella de 500 ml, que generalmente cuesta alrededor de 10 a 15 euros. La uso a lo largo de 3 meses, limpiando la encimera dos veces por semana.
Pero antes de aplicarlo, paso un trapo seco para quitar los restos de comida. Esto me ayuda a no esparcir la grasa. Luego, aplico el limpiador rociándolo uniformemente. Después de esperar unos minutos —generalmente 5 minutos— paso una esponja suave, haciendo movimientos circulares. Esta técnica redistribuye el limpiador, asegurándose de que cada centímetro de la encimera esté cubierto.
Al secar, uso toallas de papel de alta calidad, no cualquier toalla. Por ejemplo, prefiero una marca como Viva, que absorbe bien la humedad pero no deja pelusas. ¿Alguna vez has intentado usar toallas de baja calidad? Te aseguro que es un desastre, porque dejan restos pequeños que luego son igual de difíciles de limpiar.
Es recomendable que después de limpiar con el producto específico, se repase con agua destilada. La razón de usar agua destilada es que no deja residuos de minerales, que en una encimera negra pueden ser muy visibles. Así, no solo limpio la grasa, sino que la encimera queda brillante. Hace poco leí en un artículo de una revista de higiene del hogar que el uso de agua destilada aumenta un 50% la duración de la limpieza visible.
Además, de vez en cuando sello la encimera. Esto lo hago aproximadamente cada 6 meses. Los selladores para granito cuestan entre 20 y 30 euros por litro, y uno de estos me dura dos aplicaciones completas. Este tipo de sellador crea una barrera ante manchas y facilita la limpieza diaria.
Una cosa que aprendí a no hacer es usar productos ácidos como el vinagre o el limón. Aunque son buenos para muchas superficies, para el granito no lo son. Pueden dañar la superficie y quitar ese brillo natural que tanto me esfuerzo por mantener. Según una investigación de una universidad americana, el uso de ácidos en el granito puede degradar la superficie en un 20% en tan solo un año de uso continuo.
Si alguna vez encuentras una mancha especialmente persistente, yo recomiendo hacer una pasta con bicarbonato de sodio y agua. La aplicas sobre la mancha y la dejas actuar durante unos 10 minutos. Luego, con una esponja suave, la retiras. Este método es una excelente solución casera y muy económica. Un paquete de bicarbonato suele costar menos de 1 euro y te puede durar meses.
Recuerdo una vez que hice una cena familiar y, después de cocinar un plato particularmente grasiento, pensé que sería imposible limpiar la encimera. Pero con estos pasos, quedó como nueva en menos de 30 minutos. Mis invitados quedaron impresionados con lo limpio que estaba todo. Desde entonces, he compartido estos consejos con amigos y familiares, y muchos de ellos me han dicho que les ha facilitado la vida.
Así es como mantengo mi encimera reluciente y libre de grasa, protegiendo además la inversión que hice al elegir una encimera de granito para mi cocina. Me encanta saber que puedo disfrutar cocinando sin el estrés de una limpieza imposible después.